FMI: Aplanar la curva, en la calle

Puede parecer forzado tratar de establecer un paralelismo entre dos fenómenos de distinta naturaleza que la humanidad en general, y los argentinos y argentinas en particular, vivimos en los últimos años: la pandemia sanitaria, por un lado, y la pandemia macrista por otro. Con muchas dificultades las estamos transitando, no son lo mismo, pero medidas por sus consecuencias desvastadoras para nuestro pueblo y para nuestro país, hay similitudes insoslayables. Sobre la primera existen otras voces más autorizadas.

Sobre la segunda, todos sabemos que la alianza macrista, en complicidad con el FMI, le dejó a la Argentina y a nuestro gobierno del Frente de Todos, la mayor deuda externa de toda la historia, que además de la tomada por ese gobierno con acreedores privados, significa con el Fondo una friolera de 44 mil millones de dólares que deberíamos devolver en los próximos 3 años (préstamo Stand-by), verdaderamente imposible de cumplir.

  • 19.000 millones en 2022
  • 19.000 millones en 2023
  • 5.000 millones en 2024

Hace pocas horas, el Directorio del FMI, ese “engendro putativo del imperialismo”, tal como lo calificó el Gral. J. D. Perón, emitió un informe técnico a modo de evaluación “ex post” sobre los resultados obtenidos del préstamo otorgado al macrismo en 2018, reconociendo que los objetivos macroeconómicos no se cumplieron. El mismo informe reconoce también que “el préstamo generó riesgos financieros y de reputación considerables para el Fondo” y que la “falta de controles provocó fuga de divisas”.

No lo dicen, y tal vez no lo digan nunca, que también fracasaron en los objetivos políticos de ese mismo préstamo y que verdaderamente perseguían, afianzar el neoliberalismo en el Cono Sur de Latinoamérica y la reelección de Macri por otros 4 años.

Casi en paralelo, el ministro Martín Guzmán develó para qué la usaron: casi 21.000 millones para pagar deuda privada insostenible, y casi 24.000 millones para financiar la salida de capitales al exterior, ilícito expresamente prohibido por el Estatuto del FMI. No reestructuraron la deuda con los acreedores privados, como sí lo hizo nuestro gobierno, y simultáneamente, alentaron la fuga de divisas de sus poderosos amigos, nacionales e internacionales. El ministro desplaza en el tiempo la curva de vencimientos a diez años, pero no alcanza.

HAY QUE APLANAR LA CURVA, LLEVARLA A 30 AÑOS.

Negociar el plazo y las condiciones para el pago de la deuda, en los términos más favorables para los argentinos y argentinas deben ser nuestros principales objetivos, si como peronistas que somos pretendemos una Patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. La especulación financiera no está en nuestro ADN, como sí lo están el trabajo, la producción, la industrialización y la exportación con valor agregado, la sustitución de importaciones, la distribución de la riqueza, la inclusión y la movilidad social. Todas banderas peronistas.

DEBEREMOS CONFRONTAR EN VARIOS FRENTES, SIMULTANEAMENTE.

El contexto político regional resulta favorable a nuestra propuesta. Los gobiernos de la mayoría de los países latinoamericanos representan intereses populares, Bolivia en el 2020, Perú y Chile lo acaban de demostrar en este 2021 y en 2022 Lula volverá a ser presidente de Brasil. Potencias no occidentales, como China y Rusia, ambos con creciente presencia en la región, pueden apalancar estabilidad, crecimiento y desarrollo sostenible a nuestras economías regionales con distintas inversiones productivas y transferencia de tecnologías para nuestro desarrollo energético e industrial.

Simultáneamente, hay que cuestionar públicamente la decisión política del FMI en todas las instancias mundiales disponibles, y llevar a la Corte Internacional de Justicia de la Haya el planteo que la violación del Convenio Estatutario del Fondo constituye la muestra perfecta de su verdadera misión, atropellar a los países soberanos, dañar sus economías y a sus pueblos, en beneficio de los capitales especulativos de los países poderosos del planeta.

El Fondo se ha comportado en forma irregular, ilícita, y aún así pretende imponernos las condiciones. Aceptarlas, aunque sea parcialmente, es reconocer de alguna forma ese comportamiento de mala fé: no hubo un préstamo a la Argentina, ya que su gobierno actuó en forma irregular, ilícita, igual que el Fondo. El préstamo irregular fue a un gobierno, claramente, se realizó entre dos instituciones coaligadas en un hecho fraudulento. No estamos obligados como país digno a aceptar lo ilegítimo de ese acto espurio.

Internamente, exigimos discutir y definir un Plan Quinquenal de Desarrollo Productivo, Inclusivo y Sostenible al servicio de los intereses nacionales, en el que la primarización de la producción, el agronegocio, y el extractivismo expoliador de nuestros recursos naturales dejen de constituir el perfil internacionalmente más característico de nuestro país.

El futuro del Pueblo argentino se halla condicionado. Exhortamos a las autoridades a que se establezca un periodo suficiente en el que, mediante la recuperación económica, el país pueda hacer frente a los montos reclamados.

Requerimos que se conforme una comisión “ad hoc” por parte del gobierno y del congreso con el fin de auditar ya el proceso de endeudamiento y la forma de pago, con la mayor transparencia durante las negociaciones, explicándole al pueblo las grandes líneas de un posible acuerdo. En el entendimiento que la comunicación tiene un rol estratégico proponemos, a tal efecto, que dicha explicación sea difundida en forma masiva por los medios de información.

Una argentina de pie requiere de todas las fuerzas políticas dispuestas a encarar una cancelación de la deuda en condiciones que permitan al pueblo argentino realizar su vida dignamente.

Convocamos a todas las instituciones y a los ciudadanos del país a condenar masivamente las irregularidades del otorgamiento y las exigencias de pago que quiere imponer el FMI. No podemos pagar en esas condiciones. Reiteramos nuestro llamamiento a todos los trabajadores del país, junto a las Pymes y Cooperativas (Empresas Argentinas de Capital Interno), los movimientos sociales, y las universidades para hacerle saber al presidente de los argentinos, tal como él lo pidió, un cambio de rumbo. La calle nos está esperando.

IESO – Instituto de Energía Scalabrini Ortiz – 28 de Diciembre 2021