
YPF SA, sociedad privada en el marco de la ley 19550, con mayoría accionaria del Estado del 51% (porcentual compartido por mayoría del Estado Nacional y participación de las provincias petroleras), estando el 49% restante en manos de diversos accionistas privados mayormente extranjeros decidió, a través de su Directorio y a propuesta de su Gerencia General, la venta de un conjunto de áreas con reservas de hidrocarburos en los principales yacimientos del país. Para lo cual inició ya las rondas informativas de este tipo de transferencias patrimoniales con distintas compañías del sector, nacionales y extranjeras.
Tal decisión no debiera merecer ningún comentario especial por tratarse de una rutina de cualquier empresa privada en el concierto de sus estrategias económico-financieras, salvo por el hecho de tratarse de una empresa ícono de la República Argentina, en su momento la de mayor importancia económica y social.
Y por suponerse, equivocadamente, que esa mayoría estatal que implica el control operativo de la empresa, representa los intereses nacionales del Estado Argentino.
Por cuanto las reservas que se ponen a la venta en diferentes regiones del país, son parte del patrimonio principal de YPF, que en cualquier empresa petrolera son sus reservas en los yacimientos que le corresponden por titularidad, el denominado acreaje, del que ahora intenta desprenderse.
Esto ocurre en un momento de la producción de gas en el que se aprecia disminución de la oferta y declinación de pozos.
Según información de los invitados a esas rondas informativas, YPF está ofreciendo todos sus activos de las áreas donde es operador dentro de las provincias de Mendoza, Tierra del Fuego y 5 áreas en Neuquén. Esto totaliza 36 áreas a la venta, con un total de alrededor de 14.600 km2 de territorio. Ese conjunto de yacimientos representa el 50% del acreaje de las áreas onshore que tiene la empresa. En la mayoría de estas áreas el titular al 100% es YPF, sólo en 12 de las 36 áreas cuenta con un porcentaje algo menor.
YPF, además, cuenta con participación en 42 áreas donde no es operador, con porcentajes variables en cada una de ellas, desde el 20 al 50% de las mismas, las que pondría también a la venta.
Las reservas comprobadas de las áreas donde YPF no es el Operador y pone a la venta su participación que le corresponde, ascienden a 93 millones de m3 de petróleo y 89.033 millones de m3 de gas. Esto representa el 71% de las reservas comprobadas de petróleo y el 120% de las reservas comprobadas de gas, que YPF declara para las áreas donde es el operador.

Una empresa petrolera vale por su acreaje y también por sus reservas.
Por otra parte la producción total de YPF en sus áreas operadas asciende a 38.645 m3/d de petróleo y 29.8 millones m3/d de gas. El 39% de la producción de petróleo y el 49% de la producción del gas corresponden a HC no convencionales.
La producción de las áreas que YPF opera y pone a la venta corresponde a 9.107 m3/d de petróleo y 3.8 millones m3/d de gas. Esto representa el 24 % de la producción de petróleo y el 13% de la producción de gas. La cantidad de pozos en extracción efectiva en las áreas a la venta asciende a 3.902 pozos.
Ahora bien, considerando solamente las reservas comprobadas más las probables y posibles, hasta el fin de la vida útil de los yacimientos la Argentina cuenta, a diciembre 2019, con 668,8 millones de m3 de petróleo y 725.457 millones de m3 de gas. Con un horizonte de 15 años, aproximadamente, para el gas y 22 años para el petróleo de no mediar nuevos descubrimientos de hidrocarburos.
Las reservas de YPF representan el 32 % del petróleo y el 15 % del gas respecto a las totales del país.
YPF está poniendo a la venta el 18 % de sus reservas de petróleo y el 4 % de gas.
Por otro lado debemos considerar el tema de los pozos en la categoría de “en reserva de gas”. YPF tiene en estas áreas en venta ahora, 171 pozos en esa categoría. Dado la necesidad de contar con este hidrocarburo, por qué no se realiza un estudio a nivel nacional para poner a producir los pozos que se encuentran en esa categoría y ver la forma de evacuar el gas si no se cuenta con gasoductos disponibles. Un cálculo rápido, asumiendo una producción de 30.000 m3/d de gas para cada uno de estos pozos, nos daría una producción de alrededor de 5.000.000 m3/d. Teniendo presente que esta misma situación también existe para las otras áreas y el resto de las áreas operadas por otras empresas.
Sería importante además que la conducción de la empresa le informara al Estado y al pueblo si alguna de las áreas en venta no es pasible de desarrollar proyectos de recuperación secundaria y/o terciaria (si no los ha llevado a cabo aún) tal como los esta llevando adelante en yacimientos muy maduros en la cuenca del Golfo San Jorge como Manatiales Behr y otros con gran éxito en los últimos meses.
Qué ocurre entonces con YPF. ¿Es una empresa que representa el interés nacional? O se ha dedicado en los últimos tiempos, además de endeudarse en el gobierno anterior, a resolver actualmente con criterio estrictamente empresarial, su situación económico-financiera por sobre los intereses del país? Como por ejemplo respecto de los reiterados aumentos de combustibles al público que perjudican la política de contención de la inflación. O, en otro tema entre varios otros, encabezando la propuesta de incremento del precio del gas al consumo, arrastrando tras de sí a todo el conglomerado empresarial privado, para solucionar sus propias dificultades de caja, actitud que encarece todos los precios energéticos. Y también de la economía en general, consolidando además su dolarización.
Asimismo sería fundamental mantener los activos en la provincia de Tierra del Fuego, ya que son la entrada de los futuros hidrocarburos a descubrir y desarrollar en el mar argentino, frente a estas costas, además de los que actualmente produce la empresa Total Austral S.A.
Esta propuesta de venta que describimos aquí tiene toda la apariencia de un incipiente vaciamiento de la empresa YPF, que esperemos se detenga en defensa de la soberanía nacional y energética.
Instituto de Energía Scalabrini Ortiz