La empresa de energía eléctrica EDESUR presta servicios desde el año 1992, en una concesión por 95 años. Con el pasar de los años, el comportamiento y funcionamiento de la misma ha sido cuestionado por toda la población.
Actualmente, las transformaciones tecnológicas ocurren en tiempos mucho más cortos que en décadas anteriores. Estos adelantos tecnológicos determinan y requieren modificaciones de las normativas operativas. Es así que para los 28 años que han transcurrido, EDESUR ha cumplido un ciclo. Ese ciclo es la demostración de que la opción de la gestión privada en el servicio público de distribución de la energía eléctrica en el sur del AMBA ha tenido serios fracasos e incumplimientos. Cada uno de ellos los ha constatado el Ente Nacional Regulador de la Electricidad – ENRE y en consecuencia le ha aplicado una multa excepcional en los últimos días. Adicionalmente, la mayoría de los intendentes de los 12 partidos de la concesión (aprox. 2.500.000 clientes y 6,1 millones de habitantes) han puesto tarjeta roja por los continuos cortes de luz, ausencia de inversiones para el mejoramiento del servicio y falta de atención a la gente en los barrios.
EDESUR es una empresa que ha ido pasando de mano en mano a lo largo de su vida. El dueño inicial fue CHILECTRA, pero luego de un apagón enorme vendió en el 2000 la concesión a ENDESA de España al verse sobrepasado. En el 2009 es adquirida por un consorcio con la mayoría accionaria de ENEL, italiana, y actualmente con participación accionaria de las empresas de Nicolás Caputo.
Pese al aumento de tarifas y negocios accionarios, la empresa siguió prestando un servicio público deficiente. En todos los periodos las dificultades de gestión y cortes de servicio fueron moneda corriente.
Ante el congelamiento de las tarifas, EDESUR trasladó la realización de tareas de mantenimiento a empresas tercerizadas, deteriorando aún más y en forma grave la calidad del servicio. Como consecuencia de ello y sumado a la ausencia inversiones reales, nos encontramos en una situación de enfermo con diagnóstico reservado. Por otro lado, el ENRE se ha pronunciado últimamente sobre la nulidad de la Revisión Tarifaria Integral-RTI aplicada en 2017. El ENRE concluyó que en el período 2016-2019, las inversiones eléctricas disminuyeron con respecto a 2015, más del 50% pese a que las tarifas de EDESUR aumentaron entre un 1600% y un 2100%. Dando origen al llamado Tarifazo de la mano del Ing. Juan José Aranguren.
La gestión actual de EDESUR tiene una “visión” empresaria dirigida a maximizar beneficios a costa del manteniendo de la infraestructura, otorgando por tanto un servicio endeble y al límite de su capacidad.
A lo cual se suma una atención deficitaria en todas sus sucursales, quedando los usuarios de todas sus localidades sin las mínimas consideraciones que requieren los contratos.
Por otra parte, Fernando Gray, Intendente de Esteban Echeverria, presentó ante el ENRE una denuncia formal por incumplimiento de contrato de la empresa y por deficiencia en la calidad del servicio, con continuos cortes de energía y problemas de tensión que afectan a los vecinos. Petición respaldada por varios intendentes del conurbano bonaerense.
Como consecuencia de todo ello el IESO considera necesario y conveniente que el Estado Nacional intervenga para obtener una solución a esta problemática, requiriendo el cumplimiento de las inversiones contractuales que correspondan y las penalidades previstas ante sus incumplimientos.
Instituto de Energía Scalabrini Ortiz – 3 de SEPTIEMBRE 2020