El IESO entiende importante proponer las medidas para esta etapa de la pandemia y para la posterior, con la convicción de cumplir con los objetivos que nos planteamos como Frente de Todos en la cuestión energética.
En el tema de los hidrocarburos aspiramos a dotar a YPF de los instrumentos necesarios para recuperar el rol rector y protagónico en la exploración, producción, refinación y distribución de los hidrocarburos, que supo tener en la historia y que percibimos se ha desdibujado últimamente. Superando el endeudamiento irresponsable del gobierno anterior, esperamos que concentre sus esfuerzos en su actividad principal, la producción de gas y petróleo para la economía nacional, apartándose rápidamente de otras actividades ajenas a su experiencia y capacidad, etapa en la que ha descuidado a sus trabajadores y profesionales, y maltratando a sus empresas proveedoras. Advertimos que estas políticas, de no modificarse, suponen el mantenimiento de la concepción neoliberal que primó hasta fines del 2019, que el Frente de Todos denunció en su campaña, las que pueden tener consecuencias como las sufridas en la etapa anterior.
Su carácter empresario de sociedad anónima con mayoría estatal no debiera ser un obstáculo para dirigir su esfuerzo empresario a sostener las actividades que la política nacional exige en esta etapa, centrada en el
autoabastecimiento y soberanía energética. Lo que implica concentrar todos los esfuerzos en la exploración y explotación petrolera en todas las cuencas, maximizando su experiencia y la de la industria y tecnología
nacional. El Estado, propietario mayoritario de la empresa, puede aportar lo necesario para lograr esos objetivos de YPF en lugar de subsidiar al empresariado nacional y extranjero que hace un uso extorsivo de sus capacidades de inversión.
Ante la propuesta actual de una nueva versión del plan gas, con un subsidio al mundo empresario por un plazo de 4 años, entendemos que es una duración exagerada y desproporcionada ante la realidad cambiante de nuestra economía. Ese plan auspiciaría un precio sostén de 3,50 dólares el Millón de BTU, precio por demás suficiente para explotaciones no convencionales, pero realmente excesivo para las tradicionales, sin que se haya requerido a las empresas que transparenten los costos que justifican esos valores. Pero lo más grave es que se mantendría la dolarización de este hidrocarburo, el más importante del consumo energético nacional, que marca el rumbo del resto de los productos. De esta manera se incumple la promesa electoral de desdolarizar las tarifas, ya que ese precio de producción está vinculado a ellas. Si se desdobla el precio de las tarifas se traslada al Tesoro Nacional un importante subsidio que deberá tomar a su cargo, perjudicando así al conjunto de la economía, con una variable atada al dólar, justo en momentos que el país busca estabilizar la economía y organizar su crecimiento fortaleciendo la moneda nacional. Por otra parte este beneficio a la producción de gas no tiene contrapartidas que beneficien al trabajo y a la tecnología nacional, así como al conglomerado de pymes de servicios. La declamación en ese sentido es conocida por sus incumplimientos.
El IESO ratifica su pertenencia al Frente de Todos y hace este aporte como una manifestación de su militancia en este espacio nacional y popular.
Instituto de Energía Scalabrini Ortiz “IESO” – 19 de JUNIO 2020