Las tarifas de gas se componen con el valor del gas en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST) que también comúnmente llamado valor gas boca de pozo, al que se suma el transporte y el margen de distribución. Estos últimos valores los calcula el ENARGAS por medio del procedimiento de RQT –Revisión Quinquenal de Tarifas que no se realizó.
El valor del gas natural boca de pozo de explotación convencional se fue actualizando y el promedio ponderado de todas las cuencas se hallaba hace meses en 2,60 U$/MBTU desarrollándose sin mayores contratiempos la actividad extractiva. Sin embargo en un acto sin justificaciones técnicas ni económicas, el ministerio de Energía y Minería por resolución MEYM28/2016 del 31/03/2016 lo llevo de un manotazo a 4,5 U$/MBTU promedio. Incremento del 73% en dólares. Esto determina en buen criollo sobreprecios del orden de casi 2U$/MBTU que aplicado a toda la producción nacional (excluyendo no convencionales) se reconoce a los 117 millones de m3/dia un aumento anual de cerca de 3.000 millones de U$ en el año. Una transferencia alevosa a las empresas petroleras. Transferencia sin ningún condicionamiento de mayor exploración y/o producción. Un sobreprecio turbio de lamentables consecuencias para todos los usuarios del país.
En este aumento desproporcionado y sin fundamento válido está la madre del borrego del actual tarifazo a los usuarios del servicio público de gas. En la resolución citada la única referencia al aumento es un párrafo de carácter genérico: “Que para promover inversiones en exploración y explotación de gas natural a fin de garantizar su abastecimiento y de emitir señales económicas claras y razonables, resulta necesario implementar un nuevo esquema de precio de gas natural en el PUNTO DE INGRESO AL SISTEMA DE TRANSPORTE (PIST), que tenga por objeto tanto la incorporación de reservas, como el aumento en la producción doméstica de gas natural, y que permita lograr que en el mediano y largo plazo dichos precios resulten de la libre interacción de la oferta y la demanda.”…
En ningún lado explicita que el valor del gas promedio país de 2,60U$/MBTU es un valor inferior a los costos de producción ni tampoco demuestra que ese valor resulta insuficiente para el desarrollo de la actividad. Actividad que ya era remunerada en promedio un 30% por encima del valor de referencia de producción de Estados Unidos (2 U$/MBTU). Las petroleras reciben este premio cuando ya poseen uno con el precio extra sobre el precio internacional de 49U$/barril, de más del 30% en el crudo Escalante, y un 60% en el Medanito. En lugar de sincerar de donde se producen los incrementos de las tarifas, se juega con los usuarios con parches como es el límite del 400% en los aumentos, manteniendo tarifas cuasi-expropiantes a los usuarios y miles de pymes y servicios como hoteles, clubes, sanatorios, teatros, escuelas. Las nuevas tarifas implican incrementos, que abarcan casi toda la actividad socioeconómica de la Argentina, que afectan a los derechos humanos más elementales por dificultar el acceso a los alimentos básicos. Como ejemplo el alza del gas influye en la leche, por la pasteurización, en el pan por el horno. También en el valor del GNC que se ubicarse entre 9 y 11$/m3 está produciendo un parate en las conversiones a GNC. La tarifa eléctrica mayorista que se hallaba definida por Cammesa sube un 20% ampliando de nuevo la franja entre los costos y lo recaudado.
Por las irregularidades y consecuencias solo se subsana anulando la resolución en cuestión pues la misma es confusa en muchos aspectos y es caótico el valor adoptado para cada una de las franjas de clase y tipo de usuario, cuando la tendencia debiera ser unificar el precio por cuenca para todos las distribuidoras y usuarios por igual. La anulación de la resolución citada posibilitaría un recalculo de las tarifas, actualizándolas en forma parcial apelando a criterios de emergencia en el valor del cargo fijo, el transporte y la distribución. Esos valores con certeza se hallaran en las boletas a un tercio de los valores emitidos.
El valor competitivo del gas natural boca de pozo por razonamientos económicos, sociales y políticos se relaciona con antecedentes como la falta de inversión exploratoria (caso Repsol) y por una realidad geológica difícil (hay que invertir mucho en exploración convencional, cosa que las privadas no han hecho en gas y es difícil que lo hagan). En rápido resumen sumando y restando es posible establecer con el gas un valor de equilibrio adecuado (Nash). Dentro de una planificación de una producción sólida y un consumo interno dinámico. Ese valor no es para nada el 4,5U$/MBTU de Aranguren.
El gas natural es en la Argentina el gran regulador del precio eléctrico junto a las represas hidroeléctricas y es el que puede brindar un valor acorde a los niveles socioeconómicos del país, que hoy de acuerdo al mundo no debería estar lejano de la franja 2,50 a 3,0 U$/MBTU. Sin duda debería el Ministro Aranguren reconsiderar su planilla Excel y anular el aumento del gas boca de pozo. El cambio es posible no es difícil, también un sencillo decreto de emergencia tarifaria de la presidencia puede resolver esa resolución.
Instituto de Energía Scalabrini Ortiz 2-5-2018